viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Cómo equilibrar los recorridos del calendario nacional?

(Por El Forastero)


El ciclismo colombiano continua su progreso en la élite mundial y para 2014 contará con 13 corredores en la máxima categoría, algunos de ellos serán líderes de sus equipos.  Sin embargo, este crecimiento nos está dejando en evidencia nuestra principal debilidad: Todos son escaladores.  Son muy buenos, algunos reconocidos ya entre los mejores escaladores del mundo, pero como país esto puede ser una debilidad.

¿Se imaginan un equipo de fútbol con 11 delanteros o con 11 porteros?  De la misma manera la nueva generación de ciclistas no puede tener sólo escaladores.


¿Es posible formar en Colombia rodadores, velocistas y contrarrelojeros de élite mundial?  Nosotros creemos que sí, y escribiremos un artículo sobre el tema en los próximos días. Sin embargo, también creemos que formar estos nuevos ciclistas será un proceso que demore varios años y que necesita la participación de todos los actores involucrados:  Desde el propio ciclista, pasando por las escuelas de formación, clubes, ligas, equipos y los organizadores de carreras.  Precisamente, en este artículo vamos a mostrar cómo pueden las carreras hacer que el ciclismo colombiano no solo sea más grande, sino más completo


Hace pocos días, la federación publicó el calendario nacional de ruta para el próximo año, y vemos allí un pequeño símil de lo que es el circuito mundial:  carreras de diferente nivel de importancia, convocatoria, participación y recorridos.  No vamos a tocar el tema de que solo haya una carrera UCI en el país o de la manera en que Argentina nos está venciendo con su acertado Tour de San Luis (eso también lo hablaremos en un próximo artículo).  Hablaremos solo de los posibles trazados de las pruebas cortas por etapas.  A nuestro juicio, al igual que en los circuitos internacionales, el calendario debe tener pruebas de estos cuatro tipos:


1.  Pruebas muy montañosas:  Suelen tener más de una etapa reina que decide gran parte de la clasificación. Sus contrarrelojes son cortas o simplemente no tienen, a veces también hay etapas de media montaña u otros finales en alto.  

En el mundo, pruebas como estas son La Ruta del Sur o la Vuelta a Burgos (Ambas ganadas por Nairo), o el Giro del Trentino.  En Colombia, pueden ser la clásica de Fusagasugá (con su subida a Romeral), la clásica de Anapoima y algunas de las vueltas que se corren en Antioquia, ya que por su ubicación geográfica prácticamente no tienen otra opción.


José Serpa en el Tour de Langkawi 2012
2. Carreras planas con etapas reina de montaña: Son carreras que permiten el lucimiento de muchos corredores en el terreno plano, algunos llegan a portar la camiseta de líder y condicionan el desarrollo de la carrera, pero al final la carrera la gana quien vence la etapa reina de montaña. 

Como ejemplos internacionales está el Tour de Langkawi, que ganaron José Serpa y Julián Arredondo en diferentes años.  Ellos ganaron por haber vencido en la etapa de Genting Highlands, pero otros corredores se lucieron en las demás etapas planas.  También podemos incluir el Tour de Turquía y el Tour de California, ganadas también por el vencedor de la etapa reina.

En Colombia, así podría ser la Vuelta al Valle, a Santander, Tolima... También carreras en Huila y los llanos.  En 2012, la vuelta al Valle tuvo cuatro etapas planas y la clasificación la ganó el vencedor de la etapa reina con subida a Versalles: Giovanni Báez

3.  Carreras de media montaña: Son carreras en las que los puertos de montaña no son ni excesivamente largos ni excesivamente duros, pero no puede decirse que la carrera sea plana.  Dependiento de cómo sea el recorrido, la resulta ganando el contrarrelojero que mejor se defienda subiendo, o el escalador que mejor se defienda en la crono.  Un ejemplo de una carrera de este tipo la vivimos en el Tour de Gran Bretaña pasado, en el que Nairo no pudo hacer valer su ventaja de escalador porque los puertos eran cortos.

En Colombia pueden hacerse recorridos así en casi toda la zona andina, desde Nariño hasta Santander.  Eso permitiría a las carreras tener un año muy montañoso y otro año de media montaña, o incluir una CRI plana muy larga para obligar a los escaladores a atacar y descontar lo perdido.  La pasada vuelta a Santander fue un ejemplo claro

Mark Cavendish ganó el Tour de Omán
por vencer en tres etapas planas.
4.  Carreras predominantemente planas: Si se entregan bonificaciones por ganar la etapa, podrían ser ganadas por un velocista. Si se programa una CRI plana larga, pueden ser ganadas por un especialista en contrarreloj.

Un ejemplo internacional es la vuelta a Qatar que ganó Mark Cavendish porque se impuso en tres embalajes, obteniendo 30 segundos de bonificación, que no le habían descontado en la CRI.  También el Tour de Bélgica que ganó Tony Martin y las clásicas del World Tour Plouay y Vatenfall son carreras pensadas para que las gane un buen embalador

En Colombia podría tenerse una carrera así en la región Caribe y en la Orinoquía, pero hay varios lugares de los Andes que los permiten:  Valle del Cauca, Huila, Tolima, toda la troncal del Magdalena...  La Vuelta a Santander 2013 iba a tener un recorrido predominantemente plano, pero tras su aplazamiento se modificó el recorrido para hacerlo de media montaña.

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Como puede verse, terreno hay de sobra para tener un calendario muy variado y para poder detectar corredores de todos los perfiles diferentes al de escalador.  Colombia también puede formar velocistas y rodadores, pero hay que crear las competencias en las que se puedan mostrar, para que decidan especializarse en ese perfil.  Como nos dijo Jenaro Leguízamo en la entrevista que le hicimos hace unos meses:  "Tenemos que sacarnos de la cabeza que solo es bueno el que sube bien.  Un buen rodador que entrene alta montaña logrará pasar del puesto 70 al 40, pero perderá la oportunidad"  

No se trata de eliminar la alta montaña y perder nuestra identidad como escaladores, se trata de que corredores veloces y corpulentos tengan espacio para desarrollar sus capacidades, y por ello mismo se decidan a entrenarlas.  Necesitamos que los organizadores de carreras no actúen como ruedas sueltas, sino que todos hagan parte del mismo engranaje que logrará hacer crecer aún más el ciclismo de nuestro país.

Desde aquí hacemos un llamado a la Federación Colombiana para que dé unas pautas a los organizadores de las carreras, de manera que el calendario nacional permita encontrar ciclistas buenos en todos los terrenos.