(Por Eddy Jácome)
Foto publicada por Carlos Betancur en su cuenta: "Esta noche tendré una buena compañía" |
Pocas veces disfruté tanto del ciclismo como en la etapa de Fayence que acaba de ganar Betancur: tanta euforia comprimida en un kilómetro, identidad de las clásicas, que han sido llevadas con escepticismo a una de las grandes de ASO y que hasta ahora les ha salido bien.
Inmediatamente, me dirigí a las redes (mi nicho natural) para conocer de primera mano la felicidad de todos, los propios y los extraños (y los que llegan en paracaídas) pero casi al instante me sentí alejado de sus expresiones:
- "En el Tour dará la sorpresa, puede podium"
- "Es otro que puede ganar una grande"
- "Esta subiendo mucho"
¿Por qué son tan comunes esas opiniones? ¿no existe bajo el pensamiento del colombiano una gloria aparte de la que dejan 3 semanas de ciclismo? Me revelo totalmente contra ese consenso, ¿acaso no lo vieron en Huy, en Lieja, en Fayence? los muros, las victorias cuando no hay ni un ayer ni un mañana son un arte tan místico como ganar en Champs-Élysées, y en mi caso es mucho más disfrutable. Ahora que hay tantos y tan buenos escarabajos, ¿por qué no tener un especialista consumado, un prospecto de leyenda que nos dé tantos monumentos, tantas Liejas y San Remos como Galibiers nos han dado los demás? ¿Cuánta gloria le puede costar bajar de peso y sufrir entrenando horas y horas en la cabra buscando ínfimos avances en lo que no le es natural?
Para Betancur, este año todo funcionará: irá a las Ardenas con pico de forma, porque así ha sido planificado y luego sera igual en el Tour, son compatibles, aunque seguramente no tendrá el mismo punch maravilloso que lo caracteriza, el cual probablemente sea en parte generado por esos gramos de más (no kilos, como en San Luis). Pero ¿qué pasara cuando se dé cuenta de que el Tour no le viene bien si es que busca una victoria o al menos un podio -porque para top 5-10 están los faltos de ambición, no él- y vuelva su mirada al Giro, a Mayo, justo una semana después del trípico que le viene como anillo al dedo? ¿será ahí cuando aparecerá la voz sabia del grandísimo Michell Bartoli o podrá mas el ser un "escarabajo"?.
No me tomen a mal, no es que no quiera que sumemos grandes vueltas a nuestro haber, pero pienso que con Nairo y Rigo tendremos suficiente, incluso para empezar este mismo año. Para ser una verdadera potencia necesitamos especialistas en todos los terrenos: Velocistas, pavé, contrarrelojeros... y ahora tenemos a Betancur con las capacidades ideales para convertirse en el primer clasicómano colombiano de primer nivel mundial.