(Por Albamo)
El arco del triunfo le sirvió de marco a su victoria en el Tour 2007 |
No obstante sus triunfos en La Vuelta y El Giro, el Pinteño siempre ha tenido un romance con el Tour, en el 2007 a los 24 años se convirtió en el español mas joven en conquistar la ronda gala y desde entonces se ha convertido en su principal objetivo.
Francia lo vería nuevamente triunfador en el 2009 y el desafortunado episodio del positivo con clembuterol le restó su victoria del 2010, la sanción que se extendió hasta agosto del 2012, aplazó sus aspiraciones de volver a luchar por las primicias de su amada carrera.
Tras una esperanzador regreso con victoria en la Vuelta del 2012, enfiló baterías hacia la reconquista del Tour, a su alrededor se armó un gran equipo, pero la diosa Fortuna no le sonrió, al parecer su preparación no fue la ideal, cuando finalizó la vuelta al País Vasco su semblante no era el mejor, descansó unas semanas pero llegó a la cita en Córcega sin las sensaciones que siempre le acompañaban. Su trasegar hasta Los Campos Elíseos mostraron su carácter, jamás se dio por vencido, luchó una y otra vez, pero se estrelló contra el límite que le marcaron sus propias fuerzas, y la fantasmagórica aparición de Froome.
Pero Contador no es hombre de darse por vencido tan fácilmente ni dejar las cosas al azar, con agotadoras jornadas en pleno invierno y en altura comenzó la temporada 2014, luego viajó a Estados Unidos para corregir algunas imperfecciones en su posición sobre la bicicleta, a bordo del nuevo túnel de viento que Specialized construyó en San Francisco (California).
Llegó el momento de competir, debutó en Algarve siendo derrotado por Kwiatkowski, pero demostrando que las largas horas de entrenamiento empezaban a dar resultado, su segundo test sería la Tirreno Adriático, y en la carrera de los dos mares derrotó sin atenuantes a varios de los mas encopetados rivales que se encuentran preparando el Giro y el Tour.
Contador, Indiscutible triunfador en la Tirreno-Adriático, acompañado por Nairo y Kreuziger |
Alberto Contador Velasco no es un corredor cualquiera, forma parte de un ciclismo casi olvidado, atacante, combativo, dispuesto a dejar en la carretera hasta la última gota de sudor, y hoy se presenta ante los que lo desahuciaron prematuramente para decirles que quienes aspiren a ganar el Tour tendrán que vérselas contra un pistolero que ha regresado sediento de revancha.