lunes, 25 de noviembre de 2013

Un ciclista indocumentado es un ciclista que no existe

Por la importancia de tomar precauciones cuando se sale en bicicleta, compartimos este texto tomado del Cuaderno de Joan Seguidor, con autorización de su autor

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Un Ciclista indocumentado es un ciclista que no existe 
(Por Jordi Escursell, creador de www.aritmedepedal.com)

Las prisas, la ropa deportiva que vas a llevar, la ilusión por salir a rodar, planificar mentalmente la ruta, las horas que tocan de entreno, las series, planificar tus obligaciones laborables, estudios, la familia. Todo eso está muy bien, pero ¿vais documentados?, ¿alguien de vuestro entorno sabe aproximadamente hacia dónde vas o que has salido en bicicleta?

Las respuestas pueden ser muy variadas, pero la realidad muestra que muchos ciclistas salen a la carretera o a la montaña sin tener forma de identificarse en caso de accidente. Por circunstancias del día a día, muchos ciclistas no pueden planificar un entreno o salida conjuntamente con otros compañeros y tienen que salir solos. Este es el momento clave para valorar si con las prisas hemos puesto en nuestros bolsillos o en una mochila un DNI, una lista de teléfonos, un nombre, algún dinerito…

La mala costumbre se ha centrado en un elemento, que este sí que no se olvida: el teléfono móvil. Se trata de un aparato muy útil, en efecto, pero en manos del usuario que lo recoge después de un hipotético accidente, quizás no pueda acceder a los datos necesarios para identificarte pues está bloqueado o no sabe cómo funciona o simplemente por el golpe se ha parado.

En carretera por el hecho de rodar junto otros vehículos, generalmente hay más posibilidades de ser visto y atendido que quien va a rodar solo por la montaña. Aquí no nos damos cuenta, pero al factor de riesgo de no ir documentados, se le suma el hecho de no ser localizados ni vistos.

Por eso es importante tener marcados con vuestro nombre y un número de contacto, el máximo de cosas posibles (en el cuadro de la bicicleta, en la ropa, pegado en el móvil). También llevar siempre documentación, si sois despistados o siempre os la dejáis en el pantalón, chaqueta o bolso al cambiaros, tener una carterita con fotocopias plastificadas en donde soléis guardar el casco por ejemplo o dentro de la bolsa de recambios de la bici).

Si rodáis por la montaña, intentar dejar escrito en una pizarra o similar, donde guardáis la bicicleta o en la entrada de casa, una pequeña nota que oriente a la familia en caso de que no regreséis para ir a localizaros. Valorad que los móviles en la montaña no siempre tienen cobertura.

Nadie desea recibir una llamada trágica, pero es mejor
evitar la incertidumbre de quienes nos esperan.

Por la montaña lo recomendable ir siempre como mínimo dos ciclistas, en caso de que alguien sufra un percance, el otro puede avisar y ayudar. Lo ideal sería salidas de tres ciclistas. Nadie desea recibir una llamada trágica, ser avisado de un percance de una persona conocida y querida, nadie piensa que quizás debería de saber a dónde ha ido a rodar su hijo, compañero o familiar. Sólo nos damos cuenta del problema cuando éste acontece, usemos el concepto “prevención” si reflexionamos sobre estos pequeños detalles que nos pueden ayudar a superar lo inevitable: la incertidumbre y el miedo a los accidentes.