(Por Albamo)
En una Colombia ciclística expectante
por la incertidumbre generada por la demora
en la publicación de las invitaciones al Giro 2014, vemos a la distancia el inicio
de una Vuelta al Táchira sin sabor y cuyo único ingrediente parece ser la polémica
participación de equipos, técnicos y ciclistas comprometidos con el tema del
doping.
Han pasado muchos años desde cuando el comienzo de la Vuelta al Estado fronterizo
Venezolano atizaba el cotarro ciclístico en Colombia, casi formaba parte de
nuestro calendario nacional, las luchas
no resueltas en nuestras carreteras tenían su desenlace en las montañas tachirenses localizadas en una extensión de nuestra cordillera
oriental.
1966
marcó el inicio de esta prueba con el triunfo de nuestro gran “Cochise”
Rodriguez, seguida por el desfile de
victorias de otras de nuestras grandes
estrellas, ”El Ferreterito” Gustavo
Rincon, “El Cóndor” Alvaro Pachon”, “Don Coraje” Miguel Samacá y “El Viejo Patro” Jiménez son algunos de los corredores que con sus nombres pusieron
el sello a una prueba que iba ser dominada en 19 oportunidades por nuestros
escarabajos.
Cochise, junto al Ñato Suárez |
El Tiempo, El Espectador, RCN, Todelar y
Caracol se peleaban la exclusividad para
informar sus incidencias a unos aficionados colombianos ávidos de conocer el
desempeño de los héroes que formaron parte de una época dorada de nuestro
pedalismo.
Todo esto es parte del pasado. Después de
esos momentos gloriosos, nuestros mejores ciclistas pusieron sus ojos en otros
horizontes, Europa era la meta, equipos
colombianos con ciclistas de segundo orden continuaron asistiendo al Táchira, las victorias comenzaron a ser
esporádicas al punto de lograr solo dos éxitos en los últimos 16 años. Los
medios de comunicación que acompañaron al ciclismo en sus momentos de gloria y
que siempre lo han abandonado cuando más los han necesitado, volvieron a darle
la espalda y hoy su cubrimiento solo es simbólico.
En La actualidad, la prueba que se jactó de hacerle sombra a la Vuelta a Colombia y superar
por la calidad de sus participantes a las mejores competencias del continente,
no despierta el interés de los aficionados al deporte de las bielas y nuestro
país asiste con una representación que genera más dudas que certezas.
El fantasma del doping parece no hacerle
ningún favor a la prueba venezolana, los equipos Colombianos están dirigidos
por personajes que en diferentes episodios de sus carreras han sido
protagonistas de escándalos relacionados con la utilización de fármacos
prohibidos, ya sea por ellos o sus dirigidos, Italia esta representada por el Neri Yellow Fluo, un
nombre que en principio no nos dice nada, pero si hablamos que se trata de la
nueva denominación del Vini Fantini, tristemente celebre por los resultados
positivos de Di Luca y Santambroggio en la pasada edición del Giro de Italia, y manejado por Giuseppe Di Fresco (quien dirigía el
equipo Mastromarco en el obscuro episodio de doping que envolvió a Damiano
Caruso en el 2007), encontramos una
relación que no dice nada bueno. Para terminar, la gran ilusión de Venezuela vuelve a ser José Rujano, un ciclista que
no fue autorizado a participar en el Giro 2013 por estar investigado en
presuntos casos de dopaje ocurridos entre 2009 y 2010.
Francesco Chicchi y José Rujano participarán en la Vuelta al Táchira |
En fin son más los peros y dudas que
acompañan a esta histórica competencia venezolana, que tristemente nos recuerda
lo que sucede con el ciclismo
interno colombiano.