(Por El Forastero)
Una de las obvias consecuencias del excelente año del ciclismo colombiano en el contexto internacional es que la prensa haya vuelto a poner sus ojos en este deporte, con todo lo bueno y lo malo que eso trae.
Lo bueno: volver a crecer la afición, que finalmente es la que da vida a este deporte porque vuelve a ser atractivo a los patrocinadores y desde allí se puede construir en firme un renacimiento sostenido, para que nuestra actual generación de escarabajos no sean flor de pocos años.
Lo malo: Que sea precisamente esa prensa la que esté poniendo sus ojos en el ciclismo, y no una especializada y conocedora del tema. Nos referimos a la prensa deportiva (así se autodenominan) especializada en fútbol, que solo reseña las victorias (como si fuera fácil tener una), los casos de doping (como si fuera la única clase de noticias que el ciclismo genera), se mete en la casa de la familia de los ganadores a preguntarle a la mamá si le hacía sancocho y narra ciclismo demostrando que del tema no tiene mayor idea, casi siempre a los alaridos, limitándose a contar lo que el televidente ya está viendo, sin hacer análisis de ningún tipo, sin conocer la trayectoria de los corredores en el año y a veces sin siquiera pronunciar correctamente su nombre. Cuando se trata de noticias internacionales, solo hacen "copie y pegue" de portales españoles, reproduciendo los errores que publican allá (Como lo mostramos AQUI)