Después del baldado de agua fría que fue esta noticia, nos damos cuenta que el problema sigue pasando de agache. Los pocos medios de comunicación que mostraron la noticia lo hicieron de manera anecdótica, meramente informativa, sin hacer un análisis crítico de la situación o tomar una postura (Cualquiera que sea) frente a este espinoso tema. En La Ruta del Escarabajo siempre hemos querido llenar esos vacíos, y por eso hoy haremos una juiciosa disección de lo dicho por Jonathan.
Claro está, lo haremos respetando su dolor (como él mismo lo pidió), entendiendo con eso que reconocemos que es una víctima de un monstruo difícil de dimensionar, la víctima visible, la punta del iceberg, que tiene derecho a reparar su error y que valoramos su honestidad. Pero estamos seguros de que cometió un grave error y como tal debe pagarlo, pero que puede resarcirse si ayuda a derrotar al monstruo completo.
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En una entrada posterior mostraremos nuestra postura frente al tema del doping en general, por ahora solo comentaremos sus declaraciones, que presentamos en letra cursiva y negrilla:
El día 26 de agosto de 2013 recibí la notificación de la comisión disciplinaria de la federación que se había iniciado investigación sobre el resultado adverso (...)
El comunicado de Jonathan es del 5 de septiembre. ¿Quién manejó esa información en esos 10 días? ¿Por qué en medios internacionales esos comunicados son de conocimiento público y en Colombia se maneja tan en privado? Esto no parece bueno ni da un aire de transparencia en el manejo de la noticia. Parece un margen de tiempo que podría alterar las evidencias, para organizar arreglos y podría dar pie a las suspicacias que más adelante mencionamos.
Acepto que utilicé medicamentos, y aunque pude haberlo negado no lo hice porque quiero ser ejemplo del cambio que quiere dar el ciclismo colombiano de ciclismo sano (...) pude haberme quedado callado y decir que estaba lesionado y pasar desapercibido durante el tiempo que durara mi sanción
Esta es quizá la parte más preocupante de su declaración. ¿Es habitual que los corredores que dan positivo elijan esta opción? ¿Cuentan con respaldo institucional si escogen esta opción? ¿hay otros casos que están pasando desapercibidos? ¿Los casos de dopaje se están quedando debajo de la mesa? ¿La federación arregla el asunto en privado con el ciclista?
Por otra parte, en nuestro medio no es tan raro que haya corredores que desaparecen de un momento a otro, y con lo antes dicho también nos ponemos suspicaces y nos preguntamos si se trata de episodios parecidos (Nos preguntamos por ejemplo ¿qué ha pasado con Ramiro Rincón?). Además, parece que la prensa ayuda a este encubrimiento, por ejemplo:
En este artículo del periódico La Tarde, Helder Herrera dice me retiré con tristeza del ciclismo porque no encontré nuevas oportunidades. Sin embargo, en este boletín de la UCI aparece con una sanción de dos años por el uso de Furosemida, sanción que terminaría en julio de 2014.
Estoy dispuesto a aceptar la sanción que me imponga la federación y quiero servir como ejemplo para que otros ciclistas no caigan en este mismo error.
Los aficionados valoramos mucho esta intención remediadora, pero si en realidad quiere servir como ejemplo, si realmente quiere que su testimonio sea punta de lanza por un ciclismo limpio, debe contar todo y destapar la olla podrida. Para hablar de la vergüenza, del cierre de puertas y la pérdida de oportunidades, ya hay cientos de testimonios, incluyendo el más mediático de todos (Lance Armstrong) o los más sonados durante el Giro de Italia (Santambroggio, Di Luca). Lo que pueda decir Jonathan NO es algo diferente a lo dicho en estos casos, a lo que ya tenemos acceso.
En cambio, sí podría ser un verdadero ejemplo, no solo para los jóvenes colombianos sino para todo el ciclismo a nivel mundial. Solo tiene que animarse a destapar la olla
El precio que voy a pagar es muy alto
Sin duda, ¿Pero por qué lo tiene qué pagar sólo? ¿Por qué cargar con la culpa que le debería caer a los otros involucrados, sean quienes sean? Johnatan podría negociar que ese precio no fuera tan alto pero comprometiéndose a desbaratar toda la maquinaria. No sirve de nada ir a dar una charla a juveniles diciendo "La embarré, miren cómo me arrepiento" si sabe de otros culpables pero se queda callado. Si la Federación realmente quisiera un ciclismo limpio le ofrecería a Johnatan una sanción menor a cambio de TODO lo que sabe (como la USADA hizo con Leipheimer, Hincapié, Hamilton y los otros que testificaron contra Armstrong).
Quiero dedicar tiempo a compartir esta amarga experiencia con otros deportistas para que se den cuenta el alto precio que estoy pagando por este error.
Para hablar de precios altos que se pagan podemos mostrar la entrevista de Lance Armstrong, donde afirma que ya perdió 75 millones de dólares, su fundación se fue al suelo, tiene prohibido competir en cualquier deporte por el resto de su vida, lo despojaron de sus títulos ganados y su desprestigio cubre el planeta entero. "Compartir esta amarga experiencia" es una muestra de arrepentimiento necesaria pero insuficiente. La intención reparadora debe ir más lejos y debe apuntar a eliminar el monstruo, no a decirle a los jóvenes que el monstruo existe y que deben tener cuidado.
Ni el equipo ni el técnico del equipo ni mis compañeros tienen algo que ver.
No parece muy convincente, pero vamos a dar el beneficio de la duda ya que no tenemos pruebs para avalar o contradecir esta afirmación. Aceptaremos que ellos no tuvieron nada que ver, pero es indudable que alguien tuvo qué ver. Johnatan no sintetizó esa sustancia en un laboratorio montado en su casa, hubo por lo menos un jíbaro, un asesor, un intermediario, un mayorista, alguien que tenía el contacto, un primo del amigo del vecino del colega del pariente que sabía que esa droga funcionaba, dónde conseguirla, cómo aplicarla y cómo enmascarar los controles A ellos es a quien debe denunciar.
Decir la verdad y hacer las cosas bien, paga, y es el único camino.
Eso es muy cierto, Johnatan. Por eso lo invitamos a decir toda la verdad. No una o dos verdades, sino TODA LA VERDAD, ya que es el único camino. No será esta semana, quizá tampoco este mes, pero ese paso debe darse. En caso de que nos lea, sepa que las puertas de la Ruta del Escarabajo están abiertas para lo que quiera decir.
